La escasísima cultura democrática de los partidos políticos hace que haya un control de los partidos por parte de sus aparatos, que luchan ferozmente por sus sillas y privilegios, merecedores del nombre de CASTA. Y la dirección del PSOE ha sido un ejemplo de ello. El vicepresidente del altamente impopular Presidente Zapatero, el Sr. Rubalcaba, se aferró en su control del aparato, marginando, cuando no purgando, a todos aquellos que representaban una alternativa. Como consecuencia, el PSOE continuó su descenso electoral. (klik egin-ver más)
Vicenç Navarro, en Público
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