El pánico que le ha entrado a la dirección del Partido Popular ante la evidencia de que la protesta en calles y plazas tiene traducción política ha tocado las fibras sensibles últimas de su espíritu antidemocrático.
¿Conclusión? Hay que cambiar las reglas de juego como sea: el Partido Popular no quiere perder alcaldías importantes: ¿qué ocurriría si nuevas autoridades empiezan a levantar las alfombras de sus instituciones, o tratan de averiguar qué hay escondido detrás de sus muebles? (klik egin-ver más)
J.R. Capella (en Mientras Tanto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario