Pocas cosas hay en el lenguaje político que me resulten tan estúpidas como ese abuso de la utilización del anglicismo “liderar”. Creo recordar que fue el arrogante PSOE de González y Guerra el que lo impuso. Otros muchos se fueron contagiando progresivamente y hoy pocos espacios políticos habrá en los que no se caiga en el reiterado recurso a tan hostil término. Liderar el gobierno, liderar el comité de empresa, liderar la recuperación económica, liderar la modernización del país, liderar la reforma del sistema tributario, liderar la exigencia de más cambios a la izquierda abertzale…..¡Qué pesadez!
¿No se darán cuenta del efecto que esa obsesión por el liderazgo, por llevarse del reparto la parte del león, produce en la gente? Como si no fuese bastante la sospecha existente de que los partidos están más interesados en lo “suyo”, en colocar a sus leales en la élite que en la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía.
Por eso mi contrariedad tras leer en los titulares del acto político que Podemos celebró el sábado en Orkoien, que ellos “aspiran a liderar el cambio social en Navarra”. Ya estamos. De ahí a pocos pasos pueden acabar declarando que “o lo lideramos nosotros o no hay cambio”, para parecerse absolutamente al PSN.
Me resulta ingrato criticar a Podemos porque para nada quisiera contribuir a alimentar la campaña reaccionaria puesta en marcha por los numerosísimos agentes políticos y sociales temerosos de perder total o parcialmente su poder. Pero harían bien en no contagiarse de formulaciones clasistas y rancias que distorsionan su mensaje. Dejemos los liderazgos y la dominación para el deporte competitivo, al que son consustanciales. Hablemos de conquistar la hegemonía para las clases populares, de policromía imprescindible, de la necesidad de empujar desde diferentes posiciones hacia un cambio en el que todos nos sintamos cómodos, incluso buena parte de los que en principio se sientan perdedores. Cada uno tendrá después la responsabilidad alícuota que le otorguen las urnas, pero no empecemos ahora a abrumarnos y a aburrir a todos por la distribución del poder, que el oso está por cazar. El pueblo necesita reconquistas sociales, de competiciones interpartidarias está más que harto. Preocupémonos de aportar, no de liderar. Y en el lenguaje seamos un poco más ocurrentes, por favor.
Praxku
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