A estas alturas ya casi nadie duda de que la luna de miel de Podemos con los medios ha llegado a su fin. Una de las preguntas más recurrentes que se hacían los ciudadanos de izquierda era qué explicación darle al hecho de que medios con accionistas claramente de derechas como La Sexta (Planeta) o Intereconomía diesen tanto protagonismo a Pablo Iglesias y a Podemos. Preguntado un alto directivo televisivo respondía: “es el hombre del momento y cualquier programa que lo tenga dispara sus audiencias”. A ello se añadía que la primera reacción desde el poder político era ignorarlo ("Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan", decía Gandhi). Ignorarte desde el poder político enemigo si el mediático te da protagonismo es lo mejor que te puede suceder. Pero los atractivos televisivos son muy perecederos, ya todos lo sabemos. Si la imagen va resultando aburrida, y encima, algún poder político comienza a presionar a las televisiones, la estrella puede empezar a apagarse. Su tirón baja, algunas entrevistas defraudan (no se puede triunfar siempre) y la demanda televisiva cae. A ello se añade que el poder político comienza a atacar en clave pública y mediática (caso Monedero y caso Errejón). Es entonces cuando los de Podemos entienden que también es bueno limitar su presencia mediática, que de exitosa puede pasar a cansina y contraproducente. (klik egin-ver más)
Pascual Serrano, en su web
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