Derrotado el discurso del miedo en las urnas, vamos ya viendo lo que preparan ahora: el tumulto, el escándalo y la sobreactuación. Si el cambio se inicia sin especiales turbulencias, ya se encargarán ellos de organizarlas. Ya han decidido no dejarse envolver por la estrategia de cocer al sapo comenzando con agua templada. Aunque el agua no queme, saltarán desde el principio.
El previsible acceso de un miembro de Bildu a la emblemática alcaldía de Iruña es uno de sus primeros argumentos para el alboroto. Si no condenó en su día los atentados de ETA, porque no lo hizo. Si los condenó, como es el caso de Joseba Asirón, se oculta o se distorsiona su postura. Y por si lo de la connivencia con el terrorismo no cuela, se cuestiona su representatividad. ¡Quiere ser alcalde con 5 concejales de 27! Pues exactamente los mismos que tenían, por ejemplo, los alcaldes socialistas Julián Balduz en Pamplona en 1979 u Odón Elorza en Donostia en 1991, siendo en ambas ocasiones su partido tercera fuerza electoral. Y la particularidad esencial de la actual coyuntura es que el partido más votado el pasado domingo en Iruña y en Navarra es también el que mayor rechazo genera, hasta el punto de que las cuatro fuerzas que están en disposición de arrebatarle la alcaldía habían manifestado desde mucho antes de comenzar la campaña su voluntad expresa de desalojar a UPN de las instituciones para regenerar la vida pública. Esparza ha insistido hasta la saciedad en que las cuatro tenían un acuerdo previo, incluso. Entonces, ¿de qué se quejan, qué otro desenlace podían esperar, si daban los números?
Como en Navarra todos sabemos lo que hay, se van a montar el pollo a Madrid, donde todas estas historias enseguida encuentran eco. No sabrán muy bien en busca de qué. Las ilegalizaciones están difíciles, pero dando una sacudida a los poderes fácticos que en otras ocasiones les han salvado, pensarán que quizás pueda acabar ocurriendo algo, lo que sea, también esta vez.
Praxku
Como en Navarra todos sabemos lo que hay, se van a montar el pollo a Madrid, donde todas estas historias enseguida encuentran eco. No sabrán muy bien en busca de qué. Las ilegalizaciones están difíciles, pero dando una sacudida a los poderes fácticos que en otras ocasiones les han salvado, pensarán que quizás pueda acabar ocurriendo algo, lo que sea, también esta vez.
Praxku
Julian Balduz fue alcalde de Pamplona/Iruña en 1979 cuando su partido (sólo) había obtenido cinco concejales y accedió a la alcadía con el apoyo de Herri Batasuna (7) y Partido Nacionalista Vasco (2), al negarse los socialistas a apoyar al candidato de HB, Patxi Zabaleta, para acceder a la alcaldía
ResponderEliminarFue el primer alcalde de Pamplona de la democracia, entre 1979 y 1987, encabezando la candidatura del PSOE, primero como PSE-PSOE y desde 1982 como Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE).