
El investigador Iñaki Sagredo explica en su libro Castillos que defendieron el Reino, que de aquella fortaleza apenas quedan “tres piedras en hilera y alguna roca tallada que den testimonio de su ubicación”, sin embargo, las primeras referencias documentales aparecen en 1277 y se precisa que fue prisión en la Edad Media. Al parecer, constaba de una torre de homenaje de planta cuadrada con tejado de lajas, aljibe, capilla, bodega, establo y cocina.
La Voz de la Merindad
No hay comentarios:
Publicar un comentario