Uno de los momentos más interesantes del reciente debate de investidura, del cual pronto tendremos la impresión que ocurrió hace una eternidad, fue el cara a cara entre Mariano Rajoy y Pablo Iglesias. Rajoy se divierte con Iglesias. Es obvio que le interesa el antagonismo con Podemos, para mantener unido y movilizado el voto conservador y para desdibujar al PSOE. Pero hay algo más. Hay una mutua curiosidad. A Rajoy le llama la atención un personaje que ha conseguido reunir cinco millones de votos como si fuese el flautista de Hamelín, y a Iglesias, como buen leninista, le interesa la anatomía del poder. Las conversaciones entre ambos en Moncloa no han sido especialmente tensas. La relación personal no es mala. (klik egin-ver más)
Enric Juliana, en La Vanguardia
Estando conforme con lo aquí dicho, sigo insistiendo en que son todos los demás, todo eso que no son ni Rajoy ni el PP ni los de su cuerda, los mayores responsables del éxito de la derecha nazional católica en España.
ResponderEliminarPodríamos recordar aquí lo reciente: la abstención y negación del voto que los simpatizantes y militantes y anteriores votantes de IU hicieron contra PODEMOS impidiendo un sorpasso que si bien pudo haber desembocado en lo que hoy tenemos por la abstención del PSOE, por lo menos hubiera constituido la unión y fusión estratégica de IU y PODEMOS cosa que solo ha sucedido formalmente pero que como digo no se ha producido en las bases. Y las críticas descarnadas vertidas por el “caso Espinar” nos demuestran que ciertas cúpulas de IU –Llamazares y Lara- tampoco están cómodas. Esto prueba esa incapacidad para lograr un mínimo consenso y fuerza estable para poder hacer frente a la derecha siempre unida e indestructible por mucha corrupción, precariedad, terror o violencia que desde su poder y defensores de él practiquen y viertan sobre la población: nada los divide ni los hace pelearse de forma letal porque en frente de ellos sólo hay una mayoría enfadada con ella misma: más peleada, que se acuchilla a sí misma a la menor oportunidad y que pierde más tiempo en buscar la destrucción del aliado que en la del enemigo. Otro ejemplo son las airadas respuestas de Garzón a Rufían. Jamás las entenderé. Porque si no actuamos como una piña contra todo lo que apuntale de alguna manera al poder existente al que queremos desbancar, sin perder el tiempo en batallas interiores acarpas para nuestros objetivos pero muy beneficiosas para los objetivos de los antagonistas, mal vamos y por eso mal nos va. Tenemos que ser despiadados con quienes estando en nuestro proyecto osan reforzar el de los contrarios y generosos con quienes vuelven al redil o piden entrar en él, pero nunca con quienes estamos en la misma lucha y en los mismos objetivos: la república vendrá con la destrucción del nazional catolicismo hoy “constitucionalismo” y la lucha izquierdista, independentista, autonomista.. cada una con su objetivo diferente, tienen por el contrario un objetivo idéntico: destrozan la jaula en la que nos tienen que es lo primero que hay que hacer para conseguir una república.
Mientras no asumamos todos los que pretendemos desde la izquierda, el centro, la derecha, el independentismo, el autonomismo e incluso el unionismo democrático -que alguno habrá- acabar con esta jaula que nos fabricaron en 1939 y que sigue vigente y a la que han llamado España pero que no lo es porque España es todo lo demás, los encarcelados, para volver a ser libres en una república, seremos víctimas de nuestra propia incapacidad y del abuso de los que nos tienen donde nos tienen: en el franquismo constitucionalista (el nazional catolicismo de toda la vida)
Desde nuestro bloque opositor contra la derecha gobernante y sus defensores, debemos, y todos a una, sin fisuras y con firmeza, defender la independencia que buscan los independentistas aunque seamos autonomistas y republicanos; la autonomía que buscas los autonomistas aunque seamos independentistas y republicanos; la república que buscan los republicanos aunque seamos independentistas y autonomistas…. Sólo así venceremos.