A lo largo del siglo IV la Iglesia cristiana ya se hizo con todas las propiedades que pudo en el Imperio romano, pero a partir del año 380, cuando el emperador Teodosio convirtió al cristianismo en religión oficial y única de Roma, se apoderó de todos los bienes procedentes de las viejas e ilegalizadas instituciones paganas. Con el monopolio de la religión en sus templos, la Iglesia se erigió en el brazo espiritual y en la mayor propietaria de todo el mundo tardorromano. En la Edad Media abusó de su privilegiada posición hasta tal extremo que en el territorio de la actual Grecia, parte entonces del Imperio bizantino, la Iglesia llegó a ser propietaria del 80% de todas las tierras de cultivo. (klik egin-ver más)
José Luis Corral, escritor e historiador (en El Periódico de Aragón)
Imposible que la Iglesia hiciera tal cosa en el siglo IV, porque fue cuando se inventó de la nada la religión de Cristo como muy bien explica Fernando Conde en su demoledor e imprescindible libro “AÑO 303: INVENTAN EL CRISTIANISMO”….. Sin embargo nos deja buena cuenta de cómo dicha religión se ha venido financiando y de cómo lo viene haciendo de la misma forma desde sus inventados orígenes hasta la actualidad: desde el Poder gobernante, desde la obligación e incitación a su culto, por las donaciones sugestionadas por leyes excepcionales que las permiten y fomentan….En el capítulo XVII “los primeros pasos”, año 303, se dice del Augusto Constantino “que ordenará simultáneamente la construcción de grandes basílicas”. Por tanto todavía no había nada que inmatricular. En el capítulo CXII titulado “El sínodo de Arelate”, es cuando se pasa de esbozar la nueva religión a su primera escenificación. Fue el año 314 y se celebró en la Galia Narbonensis. Se nombraron los episkopos, es decir, los instructores de las nuevas comunidades cristianas. Los episkopos se encargarían de propagar la doctrina católica y atrapar adeptos y recaudar fondos. Además se apuntaba que en la nueva religión se deberá educar al pueblo -adoctrinamiento-que deberá acudir, obligatoriamente, a los cultos. Por tanto ya se había pre-estableciendo el trato de favor económico e ideológico del que todavía goza y más en nuestro país la religión cristiana. Por otro lado, los futuros donantes eran advertidos del agrado y de los deseos de Dios y del Augusto de tal “generosidad”. Además se propiciarían edictos favorables de toda índole para las comunidades cristianas a formar. En el capítulo CXLV “La educación” ,año 318, se nos narra que Constantino había dictado ya algunas leyes con las nuevas ideas del cristianismo. Se hizo del domingo fiesta obligatoria para que el pueblo acudiera a escuchar y donar en las pláticas de los episkopos. Y en el capítulo CLXVIII, año 323, Augusto (Constantino) dicta varios decretos que favorecen a las comunidades cristianas. El más destacable de todos es uno que les autoriza a recibir herencias y donaciones, privilegio que nadie más detentaba, con lo que les da una entidad jurídica privilegiada. Es de destacar los informes periódicos que Osio, uno de los principales actores en la construcción de la infraestructura cristiana a las órdenes de Constantino, donde explicaba con muchos ejemplos que la manera segura de hacer adeptos era alimentarlos. Una familia que no tiene qué comer, recibe trigo y algunos alimentos de la comunidad cristiana local y se adhiere a la misma de forma inmediata. Toda la familia. Ya tenía decidido que, cuando en alguna región del Imperio se declarara una epidemia, o se diera un terremoto, o hubiera una hambruna, él ordenaría dar trigo y alimentos, pero siempre a través de las comunidades cristianas. Era la manera segura de conseguir nuevas conversiones. Esto en síntesis es “Teresa de Calcuta” “el domund” “Caritas” etc etc etc … En el capítulo 210, año 327, la madre de Constantino, Elena, viaja a “tierra santa” pues su hijo, el Augusto, quería que en las inmediaciones de Aelia Capitolina, la Jerusalén judía, se construyeran Templos. Uno en el Calvario, el lugar de la crucifixión. Se le llamaría el Templo del Santo Sepulcro. Y un segundo Templo, de menor tamaño, en el Monte de los Olivos, porque en él se había producido la Ascensión..
ResponderEliminarPor tanto la religión cristiana nunca nació en Palestina en el siglo I sino en las cabezas de Constantino cuando ni tan siquiera era César; de Lactancio, un fundamentalista patológico; y del historiador y bibliotecario Eusebio para conservarla…. Pero la forma hegemónica de liderazgo y acumulación de riqueza si se ha mantenido imperturbable utilizando los mismos modos que ya Osio o Constantino idearan. Y en la actualidad, nuestros gobernantes hacen lo posible por financiar de la forma que sea –inmatriculaciones- a esta religión inventada porque con ella y gracias a ella nos gobiernan más cómodos