
Consuelo Ochoa, alcaldesa de Lerín, afirmó que se trata de una decisión del Gobierno de Navarra tomada en septiembre de 2017 “para no asumir riesgos mayores en el paso y evitar una catástrofe, después de que se detectaran daños en los pilares del paso que ponían en peligro su estabilidad, debido a la escorrentía de aguas que discurren por el barranco”.
La primera edil añadió que “representantes de UPN en Cárcar han creado una alarma absurda e innecesaria a través de redes sociales” y aseguró que desde el Ayuntamiento “interesa que el problema se resuelva cuanto antes. Desde Conservación de Carreteras el procedimiento hubiera sido más rápido pero el daño y el presupuesto eran mayores de lo que podían asumir”. Ochoa señaló además que, al tratarse del barranco de las Salinas, “entran en juego el Departamento de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), quienes deben dar el visto bueno”.
Diario de Noticias
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