ETA se quita de en medio y el Estado decide ocupar su lugar. Podía ser una viñeta de Forges. Pero no. Y es que el Estado, secuestrado por el PP y sus validos, Cs y PSOE, se ha venido arriba. Justo en la semana en que el 23F cumplía años intentando no envejecer jamás.
Hay quien dice que esta involución política tiene su origen en la tensión a que se ha visto sometido el PP tras el órdago independentista catalán. Y que ello ha desatado la ira del Gobierno para demostrar, vía 155, quién manda aquí. Vamos, que la culpa es del procés por intentar llegar donde nunca debió. No creo.
El procés catalán ha sido la excusa política –y casi militar- para defender el Régimen del 78. Pero ha evidenciado que los poderes facticos españoles, desde los Austrias hasta aquí, carecen de capacidad democrática para regenerarse. Y ese es el síntoma de la putrefacción política de España como proyecto político.
Porque esta involución no es nueva. Pasó en los años de plomo de ETA y aún después. Y hoy se repite. No porque estén en juego las relaciones de poder. Somos rehenes de muchas estrategias disciplinarias. Sino porque este Estado, con este gobierno, sus jueces, militares, fiscales, obispos; sus medios pesebristas, su IBEX, sus partidos nómadas, su monarquía dolosa y alguna cantante hipnótica, se saben los dueños del mambo. Y ese mambo hay que perpetuarlo.
Por eso España se cuarteliza a golpe de 155 para todo dios. Atentando contra los derechos de pensionistas, músicos, cómicos y raperos, contra los desempleados, contra la huelga de mujeres banalizando sus pretensiones, contra las estudiantes, contra los nacionalismos, contra la lengua y hasta contra un mecánico que se negó a reparar un coche policial después el 1-O. Nada queda a salvo de este ataque bastardo contra derechos y libertades. Porque se ha licitado la barbarie.
Y ahora deténganme por decir que en estos momentos el único terrorismo es el del Estado.
Paco Roda, en su blog
Sí, ETA se quitó del medio, pero el Estado sigue ocupando el lugar que siempre ocupó en la baraja española: el de la sota de bastos…. Por eso nació la guerrilla vasca, porque el Estado era un terrorífico palo sobretodaslascosas. Pero como no tenemos ni menoría ni sentido común, nos alineamos con el terror estatal para rendir al terror popular: ése mismo que ahora nos retuerce las libertades hasta dejarlas para el arrastre… Se vé que somos más de obedecer, de gobiernos caquis, de no saber estar sin amos. Y súbditos antes que ciudadanos. Pero lo que más jode de todo este sinsentido, es comprobar lo que ya nos barruntábamos: que los arietes de la paz, la no violencia y demás pamplinas ahora que no hay lucha armada, pasan de practicar la lucha desarmada. Su lema inquebrantable es “riesgo cero patatero”. Por eso mismos , en estos tiempos en los que unos pocos son los únicos que algo están haciendo y por hacer deben huir al extranjero, como Puigdemont o Anna Gabriel , o están en el trullo como los Jordis, Junqueras y cía , no veremos en tales bretes a nuestros gobernantes navarros del “cambio”, que prefieren esa política rentista de ser más papistas que el papa: condenar todo que es como no condenar nada, y hablar de los males que nos atenazan como si fueran inevitables catástrofes atmosféricas contra las que nada podemos hacer.. En fin: conviene recordar que en estos tiempos tan inquietantes, donde –como definió el trovador Luis Eduardo Aute- volemos a conformar una nueva Edad Media en la que los amos de todo, cuales condes, duques o marqueses, hacen de su capa un sayo y con nosotros lo que les da la gana, que para eso estamos bajo una monárquica democracia que…. ¿a saber qué será eso?. Seguramente, monarquía a secas, es decir, lo de siempre: dictadura de una élite depravada y corrupta pero sin el comodín de la guillotina, de ETA.
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