jueves, 5 de abril de 2018

ALEMANIA PONE EN SU LUGAR AL GOBIERNO ESPAÑOL Y AL JUEZ LLARENA

La justicia alemana acaba de decretar la libertad del presidente Puigdemont. Libertad condicionada, bajo fianza pero con el delito de rebelión descartado. Y toca recordar que Rajoy reconoció ímplicitamente al ser interpelado por Rivera sobre la financiación del referéndum catalán que no había habido delito de malversación de fondos públicos.

Quedan a la altura que merecen el gobierno español, el juez Llarena y su operación de ingeniería jurídica al servicio del nacionalismo español más intransigente. Y no ha sido cualquier país, sino el motor de la Unión Europea, el que pone de manifiesto la escandalosa arbitrariedad de la justicia española. El mismo día en que la juez Lamela procesa a Trapero por "sedición" y "organización criminal". Esperemos que esta escandalosa derrota sirva para al menos ralentizar el proceso político-jurídico de involución democrática que padecemos en el estado español.
Praxku

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