No son pocos los analistas que, desde hace unos años, expresan su inquietud por el final del bipartidismo en el Estado. Son aquellos que consideran que unos parlamentos fragmentados son, necesariamente, sinónimo de inestabilidad, parálisis gubernativa y, en definitiva, caos. Aquí también lo dijeron, anticipando desde algunas fuerzas el “Apocalipsis Foral” cuando, en 2015, cuatro formaciones de las 7 en que quedó “dividido” el Parlamento de Navarra conseguimos sacar adelante un Acuerdo Programático. Así se formó un gobierno plural para un cambio “tranquilo, posible e integrador”, como lo ha definido la presidenta Uxue Barkos.
El tiempo nos ha dado la razón a quienes hicimos aquella apuesta. No solo se puede: se debe apostar por la vía del diálogo, del encuentro y de la conciliación de posiciones, por contrapuestas que parezcan, para poder responder así a una sociedad de posiciones plurales y muchas veces contrapuestas que, sin embargo, deben, quieren y pueden convivir y encontrarse.
Koldo Martínez, miembro de Zabaltzen, portavoz parlamentario de Geroa Bai
(publicado por Diario de Noticias)
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