Rompo con esta carta la obligación que me impuse hace ya más de 13 años, cuando mi mujer Uxue Barkos decidió dedicarse a la actividad política. Entonces me comprometí conmigo mismo en no emitir opinión pública alguna sobre lo que a su alrededor pudiera suceder en forma de hechos o informaciones. Si hoy me salto aquella condición se debe a la necesidad que siento de compartir la experiencia de acoso e intento de derribo vivida por ella en los últimos 5 años. Lo hago desde la perspectiva de un profesional de la comunicación con casi 40 años de ejercicio, aunque sea obvio que no puedo desligarlo del daño causado a mi familia. (klik egin-ver más)
Jesús González Mateos, periodista
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