Etxague, bucólico pueblo valdorbés adscrito al municipio de Oloritz, guarda un tesoro oculto con tal discreción que no encontraremos hasta llegar al mismo inscripción ni indicación alguna que delate su presencia: su roble milenario, declarado monumento natural de Navarra. Una vez que estamos allí, a pocos metros, sí está enclavado un sencillo panel explicativo. Por su parte central, la más estrecha, el gigantesco roble tiene ya más de 6 metros de perímetro.
Se accede fácilmente tras caminar poco más de dos kilómetros por una pista, perfectamente transitable también para vehículos, que parte de Etxague y llega hasta el parque eólico de la sierra de Alaitz. Al no existir indicaciones, es conveniente utilizar algún recurso tecnológico para localizar el lugar. La excursión puede completarse con la visita al menhir de Arriurdin, cerca de la cima del mismo nombre (1.002 m), en el parque eólico.
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