UPN dio ayer un golpe de efecto. Decidió unirse a un Partido Popular que en Nafarroa parecía en las últimas. Volverán a ir juntos, como hacían hasta 2008, en las forales, las generales y las municipales. Javier Esparza rompe definitivamente con el legado de Miguel Sanz, confiando en que eso no le impida luego llegar a acuerdos.
La medida se antoja arriesgada, pero qué duda cabe de que UPN se lo juega todo en el primer semestre de este año. Javier Esparza ha decidido dar un volantazo al rumbo que el expresidente Miguel Sanz marcó para su partido cuando sentó las bases del régimen en torno a un quesito. El giro ha sido de 180 grados. UPN pone rumbo a 2008 con un apoyo del 72% de los que pudieron votar en el Consejo Político y, sobre todo, por sorpresa. (klik egin-ver más)
Aritz Intxusta, en GARA
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