viernes, 24 de julio de 2020

BOLIVIA, A LAS PUERTAS DE UN GOLPE DE ESTADO ELECTORAL Y POLÍTICO-MILITAR

        Una vez consumado el golpe de Estado en noviembre se pusieron en marcha en Bolivia una serie de dispositivos destinados a legitimar a una Presidenta golpista que llegó al poder de manera anticonstitucional y ungida por los militares que fueron, junto con la policía, no los artífices, pero sí los legitimadores del golpe. Golpe de Estado que pudo ser consumado por una mala decisión de la dirección del proceso de cambio, que hizo renunciar, una vez que Evo y Álvaro ya estaban fuera del país rumbo a México, a la tercera persona en la cadena sucesoria, la Presidenta del Senado, Adriana Salvatierra (MAS-IPSP), dejando un vacío de poder no previsto por la Constitución Política del Estado.

            A pesar de eso, y de la instalación en el ejecutivo de un gobierno golpista, se pudo mantener la mayoría de 2/3 con la que contaba el MAS en el legislativo, garantizando de esa manera una dualidad de poderes, un contrapeso a cualquier decisión tomada por la golpista Jeanine Áñez. Es por eso que se pudo imponer la fecha del 6 de septiembre para realizar las elecciones que si no llega a ser por la pandemia se hubieran realizado el 3 de mayo.

              Pero la pandemia, que podríamos pensar que le ha venido bien a muchos para eternizarse en el poder, ha sido desastrosa para los golpistas en el gobierno. No solo porque han hecho una pésima gestión de la crisis de salud, en un país cuyas condiciones de aislamiento geográfico ayudaban a contener el virus, sino porque durante estos meses han sido numerosos los escándalos de corrupción en los que han incurrido diversas autoridades del gobierno golpista. (klik egin-ver más)
Katu Arkonada, en Rebelión

No hay comentarios:

Publicar un comentario