La forzada suspensión de las vacaciones de la familia de Pablo Iglesias e Irene Montero en Felgueras (Asturias) ha sido la culminación hasta el momento de la campaña sistemática de coacción, acoso e instigación a la violencia que desde hace meses están sufriendo en su domicilio habitual de Galapagar. Más allá de la actividad delictiva organizada por la extrema derecha, cabe preguntarse si no forma parte de un plan a mayor escala que busca la salida de Podemos del Gobierno y la subsiguiente desestabilización de otros gobiernos autonómicos.
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