Se votó en el Parlamento Europeo en noviembre de 2020 y ahora el pasado 1 de marzo está en vigor en la Unión Europea el denominado derecho a la reparación que obliga a las empresas que vendan frigoríficos, lavadoras, secadores de pelo o televisores a garantizar que sus aparatos pueden repararse hasta 10 años después de su venta.
La CE ha decidido, además de obligar a manufacturar electrodomésticos más duraderos y eficientes energéticamente, reducir la ingente cantidad de residuos eléctricos que se genera cada año. Con la nueva normativa de la UE los fabricantes tendrán que disponer durante al menos 7-10 años después piezas para reparar sus aparatos, que, asimismo, tendrán que venderse con manuales de reparación y estar fabricados de forma que puedan desmontarse con herramientas convencionales. (klik egin-ver más)
Julen Rekondo, experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente (en Grupo Noticias)
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