La declaración del embajador de Haití en Santo Domingo, Smith Agustín, apoyando la construcción del muro en la frontera, evidencia que el rediseño de los métodos de vigilancia y control de la legalidad constituye un proyecto común de los sectores dominantes en ambos países.
La tutela imperialista se alcanza a ver. El presidente dominicano, Luis Abinader, no levantaría el muro desobedeciendo las órdenes del poder estadounidense y los grupos gobernantes de ambos países no hubiesen llegado a ese acuerdo sin el apadrinamiento de los estrategas de las grandes potencias. (klik egin-ver más)
Lilliam Oviedo, en Rebelión
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