Este reconocimiento es conocido como 'adoquín tropezón', y ya ha sido empleado en otras localidades navarras, por iniciativa de la asociación AFFNA-36, para recordar a las personas que fueron represaliadas por las tropas sublevadas contra la II República. Consiste en pequeños paneles que se atornillan al suelo con los datos de cada persona (nombre, apellidos, lugar de nacimiento, lugar de asesinato, etc.) Este sistema también se ha empleado en países del centro de Europa como Alemania para recordar los estragos de la violencia étnica y religiosa del régimen nazi.
Según expresó el Ayuntamiento en una carta enviada a los familiares de Liborio Marco Miguéliz (vecino de Sangüesa asesinado), la iniciativa partió de las propias familias de los asesinados y este la ha hecho suya. El Ayuntamiento de Sangüesa quiere con este homenaje que "los asesinados por el régimen franquista ocupen un espacio que les fue arrebatado (...) y que este acto sea "una lección de democracia y convivencia para las generaciones venideras".
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