El ingreso mínimo vital (IMV) fue aprobado definitivamente el pasado 16 de diciembre por el gobierno español, aunque ya se había puesto en funcionamiento mediante un decreto ley publicado en el BOE del 1 de junio de 2020.
Por tanto, se tiene ya un año y medio de experiencia en lo que se refiere a la aplicación del IMV. No es un periodo de tiempo muy largo pero sí lo suficiente para poder observar su impacto. Algunos entusiastas del IMV llegaron a afirmar que sería un salto cualitativo en el estado de bienestar.
El propio Gobierno manifestó: “La aprobación del ingreso mínimo vital supone el mayor avance en los derechos sociales en nuestro país desde, al menos, la aprobación de la Ley de Dependencia”.
Sin embargo, otros, como el economista británico y teórico del precariado Guy Standing, consideran, muy contrariamente, que el IMV es “una de las políticas más estúpidas que uno puede imaginar”. (klik egin-ver más)
Daniel Raventós, en Sin Permiso
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