Ayer , 20 de febrero, se cumplió el vigésimo aniversario de la presentación de los primeros insumisos al Ejército español. Para quien por edad no lo sepa, recordar que históricamente, por ley, todos los jóvenes al cumplir cierta edad eran requeridos por el ejército a pasar un tiempo en sus cuarteles aprendiendo disciplina militar y el manejo de sus armas, en lo que ellos llamaban milicias, y el pueblo llano llamábamos mili. La fecha del 20 de febrero de 1989 venía precedida de una campaña en la que miles de jóvenes se revelaron en contra de esta ley injusta, y consiguieron que, en la era PSOE, se reconociera su derecho de objeción a coger un arma. Pero este cambio no fue gratuito, ya que si estos jóvenes optaban por objetar, debían realizar una serie de trabajos sociales por una duración nunca inferior a la de la propia mili. En cualquiera de los casos, a lo que muchos aspirábamos, en pro de un mundo más justo, era a la desaparición de los ejércitos, para poner la voluntad de sus pueblos como garantes del sistema, y la resolución de los conflictos de una manera dialogada y sin violencia. Por esto mismo, nace hace 20 años la estrategia no violenta de la insumisión, que consistía en negarse a realizar la mili o la objeción. Pero no sólo esto, sino que no nos escondíamos, nos mostrábamos públicamente ante la sociedad y asumíamos las consecuencias que nuestra desobediencia acarreaba (cárcel, dispersión, muerte civil...). Fueron miles los jóvenes que se unieron a esta lucha en todo el Estado, y especialmente numerosos fueron en Navarra, por cuya cárcel pasaron más de 100 insumisos, y por cuyos juzgados pasaron miles de activistas. Finalmente, es en la era PP, cuando se profesionaliza el ejército, desapareciendo la mili, y con ella la objeción, y el delito de insumisión. (klik egin-ver más)
Josetxo Gallués Martínez de Irujo, Insumiso y miembro de Alternativa Antimilitarista KEM-MOC (en Diario de Noticias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario