Es curioso cuando menos que se catalogue y adjetive al ERE,como lo hace en su comunicado CCOO, como brutal en su planteamiento y en su ejecución, y posteriormente se avale, se acepte y se refrende legalmente con la propia firma, la de CCOO y la de UGT; es cuando menos sonrojante que se defina como de naturaleza violenta e irracional al ERE y amparándose y amparándose en recovecos estatales se asuma, se le dé la bendición y se permita complaciente. La otra alternativa se nos antoja inmensamente peor, el ERE ya no es tan brutal en tanto en cuanto los despedidos y las despedidas ya no son de los nuestros. No son nuestros afiliados y afiliadas, no son nuestros clientes.
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