Una familia gallega de visita en Madrid presenció cómo una veintena de policías municipales echaron al suelo a un hombre en el barrio de la Latina. Su falta: recriminarles el haberse saltado un paso de cebra. El informante resume indignado: "parece que estan deteniendo a un delincuente peligrosisimo en vez de a un ciudadano que quiere cruzar tranquilamente con su familia por los pasos de peatones". Diagonal
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