Los pastores cruzaron ayer El Paso para extender sus rebaños por las
llanuras bardeneras. La estampa viene repitiéndose más de mil cien años
de forma documentada. Los roncaleses fueron los primeros en ganarse el
derecho a bajar con su ovejas a Bardenas en el 882. El rey Sancho García
entregó este privilegio (o fuero) a Erronkari, a cambio de que ellos
bajaran a proteger las fronteras del reino contra invasiones musulmanas.
Salazar y Caparroso también pagaron con sangre el derecho a ser
congozantes, aunque unos siglos más tarde que los roncaleses. Otros lo
consiguieron a cambio de repoblar zonas y hubo localidades que pusieron
simplemente dinero. Todo esto explica que la trashumancia y el pastoreo
en Bardena sea una tradición vieja y querida en Nafarroa, que además
regala imágenes potentes que hacen echar en falta los modos de vida de
antaño. Por eso, las denuncias que hicieron los pastores a las puertas
del desierto fueron acogidas con un amargor hondo. (klik egin-ver más)
Aritz Intxusta, en GARA
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