Cada vez que arrojamos una botella al contenedor de vidrio, estamos impidiendo la recuperación de un envase. Creemos estar colaborando mediante la recogida selectiva en la mejor utilización de los recursos, pero en realidad estamos contribuyendo a un gasto muy superior de energía y al enriquecimiento de la industria vidriera.
Nuestro amigo Pedrola, falcesino de nacimiento y de residencia, aún cuando media vida suya transcurrió en Arrigorriaga, ha sido objeto de elogio de un medioambientalista pamplonés en una carta de opinión aparecida días pasados en la prensa que tenemos sumo gusto en transcribir como modesta aportación de Gerinda Bai a la sensibilización por las ventajas ecológicas de la reutilización frente al reciclaje convencional. Demos a las botellas su oportunidad de vivir. (klik egin-ver más)
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