La tragedia de Bangladesh no se puede despachar como una noticia efímera más, como un desastre natural ante el que nada se puede hacer y ante el que solo cabe el lamento y la resignación. No, esta tragedia humana tiene culpables. Y esos culpables están, por supuesto, en los gobiernos que consienten que se pisoteen los derechos laborales y humanos; pero, sobre todo en las corporaciones occidentales que presumen en sus países democráticos de origen de maravillosos códigos éticos. (klik egin-ver más)
Pedro Serrano, en Redes Cristianas
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