Txentxo Jiménez defiende que Aralar no debería renunciar a sus señas de identidad ni a la trayectoria que durante más de 10 años conformó una cultura política propia y claramente identificable por quienes, incluso desde la discrepancia, observaban el cambio fundamental que en el seno de la izquierda abertzale supuso el proyecto de Aralar. Modestia aparte, un cambio que incluso renovó el panorama abertzale insuflándole nuevos aires después del fracaso del proceso de Lizarra. Eso mismo, estimado Txentxo Jiménez, era lo que defendíamos quienes desde la lealtad al proyecto discrepábamos de las prisas y urgencias que de repente les entraron a algunos dirigentes abrumados por los resultados electorales de Bildu, sin reparar en esas otras miles de personas que seguían apostando por Aralar como siempre lo habían hecho. Algunos tuvieron prisa por asegurarse el cargo, antes que asumir la carga, esta es la cruda realidad. (klik egin-ver más)
Iñigo Imaz, en Diario de Noticias
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