Hemos asistido a la restauración del castillo de Marcilla. Muchos vecinos de la zona lo han visitado, han alabado sus instalaciones y han seguido adelante como si nada más fuese con ellos. Como si este castillo, durante siglos, no hubiese sido el feudo del Marqués de Falces, casa noble de curiosa trayectoria que sigue, paralela, la de la historia del resto de Navarra. Como si el Marqués de Falces no hubiese sido, también durante siglos, el enemigo declarado de los vecinos ("villanos" y clases populares) de los pueblos de la zona. (klik egin-ver más)
Francisco Soto Alfaro, en La Voz de la Merindad
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