
La idea se lleva madurando semanas en el Consistorio y consiste en que, por la tarde y después de las habituales comidas y cenas en el Monte, unos voluntarios de protección civil asesoren a los conductores cómo regresar a Olite por la pista que lleva desde el camino de Falces hasta la parte trasera del convento de las Clarisas. La competencia de caminos es municipal, si bien nada impide que la policía foral o guardia civil instale en este punto los temidos controles, algo que ya ha hecho en otras ocasiones. Además, desde la entrada en vigor de la nueva ley de Tráfico las multas de alcoholemia y estupefacciones se han doblado y han pasado a ser de aproximadamente 1.000 €. El año pasado una veintena de conductores fueron denunciados en la carrera, a la altura del cementerio, algunos de los cuales fueron penalizados con 500 € y la retirada de cuatro puntos del carné.
El Olitense
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