Echarse para atrás no es fácil. La retirada es un arte. Las retiradas han de ser escalonadas, graduales y ordenadas, evitando en todo momento la precipitación, la desbandada y la confusión. Primero un escalón, después otro, con un correcto desplazamiento del puesto de mando, que en ningún momento debe quedar aislado de los que encabezan la retirada y de los que la protegen por detrás. Toda retirada ha de intentar realizarse con dignidad, en severo combate con la desmoralización. Las retiradas pueden ser la antesala de la rendición, o el movimiento necesario e inteligente para evitar la derrota, reagrupar fuerzas, reorientar la estrategia y preparar futuras victorias. La retirada es un arte. (klik egin-ver más)
Enric Juliana, en La Vanguardia
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