Comienza la cuenta atrás para que los 550 vecinos de Rada puedan beber agua potable de sus grifos. Y es que si todo marcha según lo previsto, las redes de abastecimiento del municipio estarán totalmente renovadas en 11 meses. En 2015, por tanto, los radejos podrán abandonar definitivamente las garrafas y botellas de agua de las que llevan dependiendo décadas para lavarse los dientes o cocinar, por ejemplo. De ahí que no sea de extrañar que los vecinos se muestren entusiasmados con el inicio de unas obras que consideran “más que necesarias”. (klik egin-ver más)
Ainara Izko, en Diario de Noticias
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