Ninguno de los dos lo quiere, y ambos niegan rotundamente esa posibilidad, pero a PP y PSOE no les quedará más remedio que alcanzar un acuerdo de gobierno, al estilo de la Gran Coalición alemana, si quieren ejercer el poder ejecutivo —en el que llevan alternándose ininterrumpidamente durante 33 años—, ya que ninguno de los dos tendrá a su disposición alianzas viables para alcanzar una mayoría absoluta parlamentaria, tras las elecciones generales de final de año.
La tabla anterior también muestra la falta de proporcionalidad del sistema electoral español, reflejado en el hundimiento de IU, que pierde la mitad de sus votantes y, a causa del reparto territorial de sus sufragios, se queda sin el 80% de sus escaños. En consecuencia, la federación de Alberto Garzón sólo obtiene dos diputados, mientras que Convergència saca una docena con menos votos, tras perder casi una cuarta parte de los que tenía como CiU. Y ERC consigue cuatro veces más escaños que IU con poco más de la mitad de los votos de Izquierda Unida. (klik egin-ver más)
Carlos Enrique Bayo, en Público
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