La batalla emprendida por el abogado madrileño Eduardo Ranz para que se acabe de cumplir la Ley de Memoria Histórica en todo el Estado va dando sus frutos. El Ayuntamiento de Logroño, ciudad gobernada por el Partido Popular, ya está eliminando las denominaciones franquistas que quedan en la ciudad, aunque en algún caso, como en el de la calle Calvo Sotelo, que en adelante será calle del Presidente Calvo Sotelo -jefe del Gobierno con UCD-, se adivine cierta mala gana. En la foto, vemos cómo cambian la placa de la hasta ahora calle Capitán Cortés, guardiacivil sublevado contra la República que se hizo fuerte en el santuario jiennense de Nuestra Señora de la Cabeza, por la de Beti Jai, en alusión al frontón inaugurado muy cerca de ahí en 1912 hasta su cierre en 1956, ocho años antes de la inauguración del actual Frontón Adarraga.
Foto: larioja.com
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