
Dejó escrito el reconocido filósofo y ensayista George Santayana aquello de que “los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Deberían tomar nota de esta cita quienes dejaron las arcas forales solo con telarañas fruto de los excesos, con el agravante de que la mayoría de ellos los cometieron en época de bonanza económica. Porque precisamente fue en los primeros años de este siglo, en pleno burbujón inmobiliario, cuando se decidió construir la autovía a Logroño, con un indecente peaje en sombra que seguiremos pagando los navarros a escote hasta el año 2032, y se proyectó el pabellón Arena, que se ha tragado 60 millones de nuestros impuestos sin que nadie sepa con qué fin. Son solo dos ejemplos de las decenas de disparates que impulsó el regionalismo en un momento en el que se disponía de tantísimo dinero que incluso tenía problemas para decidir dónde malgastarlo. Por ello, es obligación del actual Gobierno, y debería serlo también de la oposición, fiscalizar y repensar el destino de cada euro público para no caer en los mismos errores que sus antecesores, que henchidos como estaban de poder ni siquiera eran conscientes de las goteras que había en el Palacio foral, que también este Gobierno se ha tenido que poner a reparar.
Javier Encinas, en Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario