No basta con denunciar el nazional catolicismo cuando sin careta se explaya desbocado, hay que hacerlo también para liberar a nuestras fiestas –sanfermines y todas las demás- de la politización católica a la que están sometidas; hay que hacerlo en nuestras escuelas, donde se sigue adoctrinando niños en una religión falsa inventada en el año 303 por el augusto Constantino: hecho este que se les niega aprender a los alumnos en una escuela -repito- en una escuela, o sea, lugar donde se va a aprender y no a que te hagan un necio crédulo; hay que hacerlo dejando de financiar al clero y a sus propiedades de dudosa procedencia, y no indultarles del pago de impuesto y demás obligaciones tributarias generales; hay que descongestionar las ciudades y pueblos de lugares religiosos y adaptarlos para usos civiles y el restos dejarlos morir; tenemos que revisar el concepto de laicismo y adaptarlo a una realidad libre y regida por la ciencia, el conocimiento y el sentido común: no hay que defender ni subvencionar las religiones ni prestigiar sino colocarlas en el lugar que les corresponde: junto al teléfono del horóscopo... No debemos dar carácter positivo que se sigan transmitiendo de padres a hijos las crédulas religiones, sino todo lo contrario: ya que hay creyentes, se les respeta, es decir, se les deja con sus irracionales parafernalias, pero se les debe de desacreditar por pueriles y no se les debe dar un trato distintivo como ahora mismo que hay leyes que prohíben insultar la estupidez cristiana mientras desde la estupidez religiosa se insulta la ciencia y el conocimiento sin riego alguno; y hay que desadoctrinar a la sociedad porque no debemos olvidar que durante 40 años fuimos sometidos al catolicismo sin que durante los 40 años posteriores se nos desintoxicara: las religiones como las ideologías NO SON TRADICIONES… Son adoctrinamientos que hemos atávicamente mantenido vigentes porque nunca hemos sido libres para elegir ni para aprender.
No basta con denunciar el nazional catolicismo cuando sin careta se explaya desbocado, hay que hacerlo también para liberar a nuestras fiestas –sanfermines y todas las demás- de la politización católica a la que están sometidas; hay que hacerlo en nuestras escuelas, donde se sigue adoctrinando niños en una religión falsa inventada en el año 303 por el augusto Constantino: hecho este que se les niega aprender a los alumnos en una escuela -repito- en una escuela, o sea, lugar donde se va a aprender y no a que te hagan un necio crédulo; hay que hacerlo dejando de financiar al clero y a sus propiedades de dudosa procedencia, y no indultarles del pago de impuesto y demás obligaciones tributarias generales; hay que descongestionar las ciudades y pueblos de lugares religiosos y adaptarlos para usos civiles y el restos dejarlos morir; tenemos que revisar el concepto de laicismo y adaptarlo a una realidad libre y regida por la ciencia, el conocimiento y el sentido común: no hay que defender ni subvencionar las religiones ni prestigiar sino colocarlas en el lugar que les corresponde: junto al teléfono del horóscopo... No debemos dar carácter positivo que se sigan transmitiendo de padres a hijos las crédulas religiones, sino todo lo contrario: ya que hay creyentes, se les respeta, es decir, se les deja con sus irracionales parafernalias, pero se les debe de desacreditar por pueriles y no se les debe dar un trato distintivo como ahora mismo que hay leyes que prohíben insultar la estupidez cristiana mientras desde la estupidez religiosa se insulta la ciencia y el conocimiento sin riego alguno; y hay que desadoctrinar a la sociedad porque no debemos olvidar que durante 40 años fuimos sometidos al catolicismo sin que durante los 40 años posteriores se nos desintoxicara: las religiones como las ideologías NO SON TRADICIONES… Son adoctrinamientos que hemos atávicamente mantenido vigentes porque nunca hemos sido libres para elegir ni para aprender.
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