
Y los resultados han sido los que han sido. La victoria de Inés Arrimadas es estéril. A pesar de que la candidata naranja proclame que la mayoría del país ha expresado voluntad de cambio en las urnas, y que Rajoy la tenga a ella como interlocutora después del 21-D, la realidad es que no puede conformar ningún tipo de "mayoría alternativa al independentismo". La única alianza posible es la independentista. Desde Cs culpan a la ley electoral "injusta", pero la realidad es que con circunscripción única perdería dos escaños y tampoco le acabarían de salir los números. (klik egin-ver más)
Nicolás Tomás, en elnacional.cat
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