Era previsible, pero el empeño y la ferocidad de los desalojados (PP) y los postulantes (Cs) han acelerado el acorralamiento a Pedro Sánchez hasta el punto de responsabilizarle de todos los males y dispuestos al degüello a la que salte. La derecha extrema ha pillado hueso y lo va a roer hasta destrozarlo, dejando en el aire aquellas buenas intenciones de la primera hora y obligando a Pedro Sánchez a digerir como pueda el choque con la realidad. A día de hoy, cualquier observador es consciente de la debilidad de un Gobierno sustentado en solo 84 diputados y del ensañamiento de la oposición en todo lo que concierna a Catalunya, a la inmigración y a la situación de los presos vinculados a ETA. (klik egin-ver más)
Pablo Muñoz, en Grupo Noticias
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