Maritza Hernández se desplaza cada mañana en coche hasta la localidad costera de Santa Mónica para trabajar como niñera. Desde hace varios días, su marido ha dejado de trabajar y, en plena pandemia, ella se ha convertido en el sustento económico de la familia.
Hernández y su marido, ambos de Guatemala, llevan indocumentados desde que llegaron a Los Ángeles hace varias décadas. Tienen un fondo de ahorros para mantenerse un tiempo a flote si ambos pierden el trabajo. En un estado como California, donde más de dos millones de inmigrantes indocumentados constituyen uno de los engranajes de la quinta economía mundial, ser tan previsor es, sin duda, una ventaja. Pero tampoco es garantía de nada.
"Llevamos años ahorrando por si pasaba algo, por si nos arrestaban o nos deportaban y nuestra hija necesitaba dinero. Pero nunca pensamos que lo podríamos necesitar para este tipo de emergencia (pandemia)", asegura Hernández en entrevista con Público.
En EEUU viven unos 29 millones de individuos sin seguro médico, cerca del 8.8% de la población total del país. Según una encuesta realizada en 2018 por el Centro de Investigaciones de Políticas Sanitarias de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), sólo en CA se calcula que unos tres millones de personas no están aseguradas. De éstas, alrededor de 2.4 millones son inmigrantes indocumentados. (klik egin-ver más)
Aitana Vargas, en Público
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