El 27 de septiembre de 1975 -hoy hace 45 años-, España firmaba una de las páginas más negras de su reciente historia política. El Consejo de Ministros -uno de los últimos presididos por el general Franco en el Pardo- se daba por “enterado” de once condenas a muerte ordenadas por distintos consejos de guerra celebrados en El Goloso (Madrid), Barcelona y Burgos. El 'enterado' del Gobierno -una forma administrativa de esquivar la responsabilidad política- lo leyó ante la prensa a las siete menos cinco de la tarde del día anterior el ministro de Información y Turismo, León Herrera Esteban, quien aclaró a los presentes (la plana mayor del tardofranquismo) que la decisión del Consejo de Ministros se había adoptado por “absoluta unanimidad”. El régimen estaba dispuesto a morir matando. Uno de sus miembros sigue vivo: Fernando Suárez González.
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