miércoles, 6 de enero de 2016

CONFETI

Parece buena señal que, tras lo del pasado día 20, el ejecutivo foral haya reaccionado reforzando medidas y anunciando proyectos en el ámbito económico y social. Este gobierno sólo tendrá éxito si el navarro de a pie acaba por percibir que el cambio le sale realmente a cuenta. El que esa percepción no llegue a fructificar parece ser el objetivo de la oposición, empeñada en anunciar calamidades sin cuento y en dibujar un panorama de devastación a varios años luz de lo que cualquier ciudadano se encuentra al salir a la calle. Se entiende que el gobierno opte por no gastar energías en polemizar con los que le insultan y prefiera que sea la propia realidad la que acabe poniendo a cada uno en su lugar. Se entiende menos la apatía de las fuerzas que apoyan el cambio en la defensa de la concreción del programa que pactaron. Una apatía aún menos comprensible en quienes han asumido, con mucho, la mayor cota de responsabilidad en la Navarra institucional surgida de las elecciones del pasado mayo. UPN, PSN y PP tiran con posta pero, cuando se les responde, se tiene la impresión de que se hace con confeti. En otras cámaras legislativas existe eso que los periodistas llaman “el azote de la oposición”, ese parlamentario o parlamentaria del partido en el poder encargado de la caja de los truenos. Salta al cuello de la primera andanada opositora, y a veces se adelanta. En la tribuna de oradores acojona al contrario. Fuera de ella, aprovecha cada micrófono para disparar dialécticamente a quemarropa. Aúna mordacidad, ingenio y conocimiento de los temas, con lo que crea titulares en prensa y retuits en las redes. A nada que cumpla su cometido con cierto fundamento, se convierte en una pieza irremplazable de la propia acción de gobierno. Anuncio: se busca a alguien que haga oposición a la oposición.
Aingeru Epaltza, en Diario de Noticias