jueves, 22 de septiembre de 2016

VENCEDORES Y VENCIDOS, 80 AÑOS DESPUÉS

El ministro español del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, volvió a dejar constancia ayer en Iruñea del lado oscuro y antidemocrático de quienes todavía gobiernan el Estado español. Acompañado de decenas de agentes armados y en una zona peatonal del centro de la ciudad dedicada al tránsito y disfrute de la ciudadanía, en un acto de marcado perfil militarista, absolutamente anacrónico y deplorable, la pataleta con que valoró la decisión del Ayuntamiento de Iruñea de exhumar los restos de Mola y Sanjurjo, ideólogos de la masacre franquista, no puede tomarse como un exabrupto puntual ni como uno de los deslices habituales del subsconsciente de ese ministro.
Afirmar que «algunos pretenden ganar la guerra de 1939» décadas después tiene una única interpretación posible. Es la demostración de que Fernández Díaz sigue interpretando aquel conflicto de hace 80 años, igual que el posterior encarnado por ETA, en clave de vencedores y vencidos. Y él no tiene duda, ni sobre el primero ni sobre el segundo: está entre los vencedores. Las palabras vienen remarcadas por los hechos; una parada militar como la de ayer viene a reproducir aquellas escenas bélicas de hace casi un siglo, pero sobre todo a afirmar que la desmilitarización de Euskal Herria no está para nada en la agenda de la derecha española.
Editorial de GARA