sábado, 9 de enero de 2016

LA REALIDAD

Entre funerales, entierros, tristeza, niño en casa sin guardería, laringitis, bronquitis, descomposición, campeonato del mundo de tos y todos los actos entrañables que nos deparan estas no menos entrañables fiestas se me pasó comentar lo que dijo hace un par de semanas el PSN acerca de que se haya eliminado del acto del Príncipe de Viana la presencia del sucesor del sucesor de Franco -este año se cumplen 80 años del golpe de estado del que emana directamente que este hombre sea rey de aquí, desde hace 80 años no nos han preguntado ni palabra-. Dijo Santos Cerdán -secretario de organización del PSN-, entre otras cosas, “que hay una realidad institucional en este país, puedes ser monárquico o republicano, pero la realidad es la que es. Mientras que tengamos un rey, hay que respetarlo. Nos parece muy mal”. Esto es puro socialismo de estos años, especialmente español y especialmente navarro: la realidad es la que es. Si por este hubiese sido, la realidad también era la que era cuando no votaban las mujeres y quizá para el 2600 hubiese llegado el momento, Rosa Parks seguiría sentada en los asientos del autobús destinados a los negros, la jornada laboral oficial constaría de 12 o 14 horas y todo así. La realidad es la que es, hay que respetarla, te guste más o menos. Es prácticamente imposible resumir en tan poco espacio un ideario, pero Cerdán lo consiguió: la diletancia absoluta y la asunción de todo lo injusto y antidemocrático por el mero hecho de ser real y en este caso legal. Dijo, a su vez, que “hay que respetarlo”. Se respeta. Una manera de respetar a una persona es no invitarle a tu casa si en realidad no tienes ninguna gana y te parece mal que venga a tu casa, que para eso es tuya. Si le invitas, le estás faltando al respeto, estás siendo un hipócrita y un falso. Este es el socialismo navarro de 2016. La realidad es la que es.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias

EL PASE DEL PERSONAL DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA A LA SANIDAD PÚBLICA

Para una persona que defiende la sanidad pública, universal y de calidad, esta medida es imprescindible. Considero que no es muy equitativo fomentar desde el gobierno sistemas sanitarios diferentes para una parte de la población, más o menos numerosa. Nada tengo que objetar a la libre opción de asegurarse en empresas privadas, aunque no lo recomiendo.
Este debate está poniendo en cuestión los beneficios o ahorros que supone para Osasunbidea el convenio en cuestión. Se manejan datos incorrectos sobre el coste sanitario. Nada tiene que ver lo que Osasunbidea invierte en la prestación sanitaria de toda la población Navarra, con lo que la CUN ofrece a su personal y beneficiarios (normalmente hijos/as). La CUN únicamente cubre la asistencia sanitaria de su personal hasta la jubilación. Pues bien, el coste sanitario de la población entre 0 años y 65 años es de poco más de 500 euros anuales.  Cuando el personal de la UN (los más de 7000 trabajadores-as y beneficiarios-as de toda la  Corporación de la Universidad de Navarra) se jubila pasa a recibir asistencia de la sanidad pública, como cualquier pensionista. Es en estas franjas de edad, mayores de 65 años, donde el gasto se incrementa de forma importante. El gasto anual para la franja entre 65 y 80 años se multiplica por 4; para mayores de 80 años se multiplica por 7 y para las personas mayores de 95 años se multiplica por 13. (klik egin-ver más)
Txomin González, delegado de LAB en Osasunbidea