viernes, 1 de abril de 2016

NO MUERDAS LA MANO QUE TE DA DE COMER

En los últimos días hemos podido constatar el desproporcionado reparto de publicidad institucional que desplegó la anterior alcaldesa de Madrid, Ana Botella, beneficiando a los medios afines al PP. Una lluvia de dinero público –más de 21 millones en 3 años– empleada a la postre en exaltar su gestión. Y, tal vez, algo más. Con el eufemismo Publicidad Institucional se ha gestado en España un opaco engendro, fuera de control, que actúa como subvención de distintos medios informativos. Un maná discrecional que premia y castiga. Al que, por tanto, se le suponen ciertas contrapartidas. Y que puede tener efectos devastadores sobre el derecho a la información. Y, por tanto, sobre otros derechos ciudadanos.
La publicidad institucional es una cadena masiva que, partiendo de la administración central con todos sus ministerios, organismos y ramificaciones, se expande por autonomías, ayuntamientos y todo tipo de corporaciones locales y hasta internacionales. Si precisan explicarse, publicitar sus actuaciones, debe estar regulado y ser diáfano. En muchos casos sirve como medio de supervivencia de algunos periódicos. A menudo se convierte en loa al político que paga. Los hechos demuestran cómo se minimizan también decisiones políticas controvertidas.  (klik egin-ver más)
Rosa María Artal, en eldiario.es

VOCABULARIO UXUETARRA

La base e inicio de este pequeño diccionario que vas a leer fue un listado recogido por Don Fermín Ugalde Díez, maestro natural de Ujué y que ejerció en nuestro pueblo hasta el año 63 durante unos cuantos cursos.
Ese primer listado, elaborado por aquel maestro contiene 472 palabras.
Me lo remitió  el amigo José Ignacio Zulet. Lo puse en este blog el 11 del Junio del 2012.
Tras la publicación inicial del listado de Don Fermín he ido acordándome de otras palabras. Zulet me mandó otras. Y he ido sumado más y más vocablos. 
Asimismo he aportado los topónimos mas corrientes que todavía se usan en el habla de hoy en día. 
También he añadido voces del vocabulario que usa nuestro paisano Gaudencio Remón en sus últimas creaciones literarias. 
A Gaudencio le gusta recrear viejas maneras de hablar, y en sus relatos (en el libro Los sin voz, y en su colaboración en Los corrales de Ujué) revive el vocabulario y giros gramaticales que se empleaban en nuestro pueblo allá por los años 50/60 y que él también conoció cuando era niño y en su juventud. (klik egin-ver más)
Mikel Burgui, en su blog