sábado, 18 de enero de 2020

LOS NIÑOS NO PERTENECEN A NADIE, TAMPOCO A LOS PADRES

El único partido en democracia que tiene varias causas abiertas en Fiscalía por presuntos delitos de incitación al odio es el mismo que defiende la libertad de los padres de sacar a sus hijos de clase cuando en estas se hable de derechos humanos. Vox ignora (o quiere ignorar) que el que los padres tengan la patria potestad sobre sus hijos no significa que les pertenezcan y puedan decidir por ellos a su propia conveniencia.
Los hijos son una responsabilidad, no una propiedad, y es el Estado el que está obligado a velar por su protección, para que sus derechos (los de la infancia y la adolescencia) se respeten. Este reparto de roles –obligaciones (Estado), responsabilidades (progenitores) y derechos (menores de edad)– no es invento de la ministra Celaá, tampoco del PSOE ni de Unidas Podemos. Es, ni más ni menos, fruto del ordenamiento jurídico sobre el que se basa todo nuestro sistema de protección a la infancia y adolescencia desde los años 80. Esto significa que cada progenitor es responsable (en forma prioritaria e igualitaria) de asegurar el desarrollo y bienestar de sus hijas e hijos, y de que estos disfruten plena y efectivamente del ejercicio de sus derechos. No son los derechos de los padres los que están en juego con el veto parental, sino los de los niños. Plantearlo de otra forma es tratar a estos como sujetos pasivos sin voz ni derechos, es usurparles la titularidad de su vida, tratarles como objetos (klik egin-ver más)
Violeta Assiego, en eldiario.es