martes, 5 de enero de 2016

ARCADIO, AL PIE DE UNA FOSA OLVIDADA

Arcadio Ibáñez es un navarro nonagenario de Miranda de Arga, hijo de Arcadio, asesinado en Zaragoza en 1937, con 26 años, tras el golpe de estado de Franco. Todavía hoy busca con voluntad vital de enamorado en fosas olvidadas del cementerio de Dicastillo a dos hermanos de su padre que corrieron la misma suerte.

El 3 de agosto de 1936 fueron traídos en un camión al término del «Paracoches» ocho vecinos de Miranda, secuestrados por los golpistas y asesinados en la noche. Casi siempre había junto a los verdugos un cura de la Cruzada por Dios y por España que se ofrecía a administrarles el sacramento del la confesión y llevaba la cuenta de los republicanos de izquierda, anarquistas, socialistas, comunistas, o nacionalistas vascos que se arrepentían en el último momento de sus «muchos pecados políticos», entre ellos reivindicar el reparto de tierras de las corralizas usurpadas por los ricos, y así evitar ir a penar eternamente en el fuego del averno después de pasar por el infierno terrenal, el que los matones fascistas habían extendido a sangre y fuego pueblo a pueblo.  (klik egin-ver más)
María José Sagasti Lacalle, concejale en funciones de Dicastillo/Deikaztelu y miembro de la Coordinadora Amapola del Camino