OBRAS PÚBLICAS, PROGRESO Y ECOLOGÍA.
Crear o modernizar infraestructuras es necesario para el progreso actual de cualquier sociedad. Nadie duda de que es mejor tener agua que no tenerla y las comunicaciones, cuanto más rápidas y seguras, mejor, sobre todo si sirven para cohesionar territorios y acercarnos a fuentes de progreso y desarrollo económico. Es normal, por tanto que cualquier político con la responsabilidad de gobernar Navarra busque la creación y modernización de infraestructuras que sirvan para el desarrollo de nuestra economía. Imposible negarlo.
Ahora bien, ¿cómo se entiende que, 752 millones de euros, el 15% del plan Navarra 2012 (olla podrida donde se cuecen a fuego lento inversiones ya comenzadas hace tiempo) se dedique a las obras del Canal de Navarra, cuando la aportación de la agricultura a nuestro PIB está cercano al 3%? ¿El futuro de nuestros hijos y nietos está en el maíz? ¿Se prevén en Navarra movimientos migratorios industria-campo inversos a los de los dos siglos pasados? El porcentaje de personas que sacarán rendimiento a esta inversión es mínimo si es que lo hay, ya que aún no está clara la rentabilidad para nadie de esta inversión, teniendo en cuenta los precios de la obra, las desviaciones del presupuesto, los gastos de mantenimiento y, cuidado, los financieros. El beneficio es, con total seguridad, negativo, si tenemos en cuenta las pérdidas ecológicas que el canal supone.
En lo que respecta a Tafalla, es triste ver como los robles de La Lobera que han resistido durante décadas al afán cultivador del hombre, quedándose cada vez más solitarios entre pieza y pieza de cereal, sucumben ante la maquinaria pesada y, lo que es más grave, en muchos casos por culpa de las correcciones continuas propias de la improvisación, ya que estamos constatando que una cosa son los planos, otra el terreno y otra la nefasta dirección de obra para la que un árbol centenario no es más que un pequeño incordio a subsanar. El beneficio social es más que dudoso y el económico asegurado es para alguna gran empresa estatal de obras públicas y cementeras que van capear la crisis sin agobios. Enhorabuena.
Y respecto al AVE, cada día que pasa es una oportunidad perdida para estudiar alternativas a su paso demoledor por el Monte Plano. Se deberían de estudiar todas las alternativas ya que en una obra de tal impacto ambiental, cuando menos, habrá que tener en cuenta a las localidades afectadas, Tafalla entre ellas, a la hora de diseñar su trazado.Si miramos el plano de Tafalla donde se ve con detalle por donde está previsto que pase el AVE, no deja de sorprender que éste atraviese la zona arbórea más importante del término, donde más daño puede hacer. Es curioso que donde la fría regla ha trazado la línea más recta, coincida con el terreno en el que más tierra hay que mover y más cemento aplicar. Si se lleva adelante esta barbaridad enhorabuena otra vez a las futuras adjudicatarias.
Tafallako NaBai
Por fin os habeis dado duenta del daño que ocasionará?. En cualquier caso el problema no es un impacto
ResponderEliminarpuntual y concreto sino el propio
AVE y no sirve poner como excusa el "progreso". Algunos llevamos va-rios años contra este proyecto
mientras Uxue Barkos no hace más que pinchar para que se haga y Maiorga jamás se ha posicionado en contra.