Como algunos otros pueblos de Navarra y Aragón, Carcastillo celebra todos los años a San Babil el sábado más próximo a la festividad del 24 de enero. En esta ocasión la fecha venía clavada, el mismo día del santo, cosa que no sucede con frecuencia. Con el aliciente de esa coincidencia, muchos cientos de vecinos y allegados al pueblo se hubiesen extendido por los parajes próximos a La Rabosera en torno a las hogueras y al calderete, en una auténtica expresión de generación de cohesión social. Pero ese inmemorial desafío a la naturaleza en pleno invierno se hace complicado a veces. Y será difícil recordar alguna ocasión en la que el reto fuera más duro. Pero nadie se olvidó ayer de San Babil. La gente buscó alternativas en cabañas, bajeras y pabellones para comer y disfrutar de la fiesta. Y no fueron pocas las cuadrillas de jóvenes las que a pesar de todo subieron hasta La Rabosera. Zarrakaztelu volvió a cumplir con San Babil
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