Ha sobrevenido al fin la tempestad que quizá limpie un histórico rincón de Europa del ambiente contaminado por la corrupción neoliberal. La vieja madre de la filosofía y la ética está aún viva. El Gobierno griego ha decidido convocar un referéndum popular para que sus ciudadanos decidan una cuestión fundamental: si van a liberarse del gangrenado poder financiero alemán y francés o si van a permanecer prisioneros del euro. En una palabra, los griegos van a tener una oportunidad dorada de practicar la democracia directa en unas urnas limpias. O al menos eso espero. Y para dar más relieve a esa consulta estará convocada por el Sr. Papandréu, hasta ahora un socialista escayolado por el neoliberalismo. Por fin, abre los ojos un socialista. Prescindo del hecho de que ese socialismo haya soportado por tanto tiempo la atadura de los grandes poderes financieros o que incluso haya contribuido a la dominación de las minorías imperialistas. Prescindo también de que el referéndum nazca de la sangre de tantos griegos que se hicieron con la calle mediante un rudo sacrificio personal y no sea producto de una sana ideología de izquierda instalada en la cumbre. Demos todo esto por superado, al menos por el momento, a fin de comprobar la solidez de la iniciativa. (klik egin-ver más)
Antonio Álvarez-Solís, en GARA
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