miércoles, 23 de enero de 2013

VIETNAM

La izquierda abertzale para Barcina es como Vietnam para Walter Sobchak. ¿No todos saben quién es Walter Sobchak? Deberían. Pero no pasa nada. Yo hace poco pregunté -sinceramente- qué era La Dolorosa y a pesar de esa ignorancia aquí estoy, respirando. Por branquias, eso sí. Pues Walter Sobchak básicamente lo que hace en El Gran Lebowski es sacar el tema de Vietnam cada vez que la cosa se le complica. Y cuando no también. Eso hace Barcina. Eso está haciendo con todo el jaleo de Can. El asunto es que todas sus explicaciones acerca de dietas, ya sean públicas u opacas, acerca de imperativos legales, acerca de sus inversiones, acerca de que sabía qué había intentando hacer Pejenaute, de que eliminó las dietas cuando estas se hicieron públicas -y no antes-, de que se cargó la Junta de Fundadores cuando esta se conoció -y no antes- acaban en la izquierda abertzale. Debería ponerles una dirección general o algo. Por lo que leí el lunes en la web de Diario de Navarra, en los comentarios a su carta explicativa publicada el domingo, todos eran también izquierda abertzale. Sin excepción, porque sin excepción salvo un palmero nadie tragaba sus explicaciones. Por lo que le vengo leyendo a Lorenzo Riezu Artieda -más conocido como Lorentxo Rie-tzu Hartieda-, también lleva chaqueta vasca con borlas cuando sube al monte. No hará ni una semana que Lorentxo -exdirector de Can- demostraba con datos las flagrantes mentiras de Miguel Sanz en relación al ranking de la caja. Un peligroso extremista, Riezu. La última de Barcina es de ayer: Caja Navarra era más de director que de presidente. Pero para cobrar las dietas -¿60.000?-, obviamente obligada por la ley y la honradez, no lo era tanto. Ya que vas, ¿no? Por tener un recuerdo. Con la hipoteca ya nos quedamos los demás. Los abertzales.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias

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